TRAVAJOS Y POBRESA

ES TRISTE SAVER QUE VARIOS NIñOS TRAVAJEN EN SONAS MAS CALIENTES..Y POR LA MISERIA QUE LES PAGAN...

Existen cerca de 15 mil jornaleros menores de 14 años laborando en los campos michoacanos 

Existen cerca de 15 mil jornaleros menores de 14 años laborando en los campos michoacanos

 

Jornaleros en los campos de melón de la empresa Legumbres San Luis, en Huetamo
 
Huetamo, Mich., 1º de marzo. En las casi 3 mil hectáreas de la zona melonera de Michoacán, que abarca parte de los municipios de Huetamo y San Lucas, y colinda con Guerrero, trabajan unos 3 mil 500 jornaleros, 55 por ciento de ellos menores de 15 años, quienes al igual que sus padres reciben de la empresa estadunidense Legumbres San Luis 85 pesos por dia.. 
A la orilla del río Balsas, cerca del área de cultivo, familias completas viven hacinadas. Las barracas de Ojo de Agua, San Jerónimo y La Empacadora se ubican a una hora de Huetamo y los indígenas trabajan hasta 12 horas a más de 40 grados centígrados.
Hombres, mujeres y niños cosechan el fruto, otros lo acarrean a la empacadora para embarcarlo al interior del país y Estados Unidos. Todos se cubren la cabeza y la boca con trozos de tela, en parte para no sentir tan fuerte el calor, pero también para evitar el polvo que surge cuando remueven las matas, e impedir el contacto con pesticidas, dice el trabajador Jorge Delfino Cruz.
Huetamo es un municipio árido, con un enorme índice migratorio, pues la mayoría parte a Estados Unidos; son pocos los que trabajan para la empresa estadunidense porque a pesar de que no hay alternativas de empleo, no cualquiera es jornalero, porque es poca la paga, muchos los riesgos y pesado el trabajo.


Aunque la Ley Federal del Trabajo establece que las empresas que contraten menores de edad se hacen acreedoras a una sanción económica que va de 3 a 315 días de salario mínimo y la severidad de la misma dependerá de la falta y del criterio que apliquen los inspectores de la dependencia, en el caso de las empresas transnacionales, la norma parece ser letra muerta.
En Michoacán, como en el resto de zonas agrícolas del país, la autoridad permite que las transnacionales agrícolas se aprovechen de la necesidad de ingresos de los jornaleros y extienden su explotación laboral hacia los menores de edad. En estos casos, denuncian los niños, no pagan horas extras y trabajan jornadas superiores a las 12 horas del dia...
 
 

Hijos enfermos de jornaleros descansan en la guardería de uno de los conjuntos de galeras en el municipio de Huetamo, Michoacán Foto: Iván Sánchez/ La Jornada Michoacán
Morelia, Mich., 6 de abril. Dependencias federales y estatales, así como los Congresos del estado y de la Unión, acordaron intervenir para evitar que continúe la explotación de adultos y niños en la empresa trasnacional Legumbres San Luis, ubicada en Huetamo, la cual, cada año, contrata familias completas de Guerrero, Oaxaca, Morelos y Michoacán, para el cultivo y la cosecha de melón, producto que exporta a Estados Unidos entre marzo y mayo, informó la titular del Consejo Estatal de Población (Coespo), Clara Ochoa Valdés.
Las secretarías de Educación Pública, de Desarrollo Social, de Salud; el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, las comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos, y otras dependencias locales convinieron en presentar una propuesta a la citada compañía para que mejore las condiciones de vida de sus empleados, además de realizar las gestiones necesarias para que incluyan a los jornaleros agrícolas en el programa gubernamental Oportunidades, añadió la funcionaria.
Otra propuesta, indicó, es que los niños tengan horarios más flexibles, de tal forma que obligatoriamente asistan a la escuela. Asimismo que se brinde a los trabajadores servicio de salud, se construyan cuartos más amplios para que no vivan hacinados.
Ochoa Valdés señaló que la estadunidense Legumbres San Luis debe efectuar un control más estricto sobre el manejo de los químicos utilizados en el control de plagas, pues frecuentemente los trabajadores padecen infecciones en la piel.
Precisó que alrededor de cien mil jornaleros trabajan durante temporadas de seis a siete meses en los campos michoacanos. Una de esas regiones en el rancho tziritzicuaro se localiza a 15 minutos de la cabecera municipal de Huetamo, donde cientos de hombres mujeres y niños laboran en condiciones "infrahumanas" de semiesclavitud.
En marzo pasado, La Jornada corroboró cómo en esta zona melonera que abarca una parte de los municipios de Huetamo y San Lucas, y otra de Guerrero, miles de niños son explotados, al igual que sus padres, por la compañía Legumbres San Luis, que les paga 85 pesos diarios, por realizar diversas faenas en cerca de 3 mil hectáreas de ese cultivo.
A orillas del río Balsas, como a una hora de Huetamo, las familias de jornaleros agrícolas -de las cuales 90 por ciento provienen de Guerrero, el resto de Michoacán, Oaxaca y Morelos- viven hacinadas en pequeños cuartuchos.
Cientos de indígenas, hombres, mujeres y niños, trabajan más de 10 horas diarias a una temperatura que llega a rebasar 40 grados centígrados
Realizan diferentes actividades, como cosechar toneladas de melón, que de inmediato son transportadas a la empacadora de la empresa, donde decenas de camiones y tráileres están a la espera para llevar el fruto a territorio estadunidense, y una parte menor se destina al mercado nacional....
 
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